‘Retrofit‘ es el término en tendencia en el sector de la movilidad. Si todavía no has oído hablar de él, no tardarás mucho. A continuación, te explicamos en qué consiste.
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El retrofit: qué es
Este término hace referencia al cambio de un motor diésel o gasolina por uno eléctrico. ¿Qué se consigue con esto? Principalmente, alargar la vida de tu coche e introducirse en el cambio a los coches eléctricos, un hecho cada vez más habitual en la actualidad.
Ventajas del retrofit
Con el retrofit se contribuye de manera positiva en el medio ambiente, ya que se mantiene el mismo vehículo en lugar de fabricar uno nuevo, que produce muchas más emisiones de CO2, uno de los factores que más influye en el cambio climático.
Otra de las ventajas se produce en el ámbito económico. Cambiar el motor de combustión a uno eléctrico cuesta entre 10.000 y 15.000 euros. Aunque algunos modelos de coches híbridos o eléctricos son más económicos, el precio está por encima de estos valores.
Desventajas del retrofit
El problema de este proceso es que en España no es tan fácil debido a los problemas burocráticos que puede acarrear, al ser la legislación más estricta. Cuando cambias la batería de un coche de combustión por otra ya homologada no existe la necesidad de volver a homologarla. No ocurre lo mismo si el cambio es de una batería de combustión a una eléctrica. En este último caso, es obligatorio homologarla de nuevo, y este proceso es costoso y se mira con lupa cada caso.
Sin embargo, esto puede cambiar en un futuro no muy lejano, ya que la normativa Europea aboga por este cambio. En algunos países de la Unión Europea como Francia o Gran Bretaña facilitan dicha conversión.
¿Cómo se realiza un retrofit?
La transformación es un proceso laborioso y se necesita un personal cualificado para realizarlo. Una vez se verifica el buen estado del coche y de su sistema funcional se procede a eliminar el motor y todo aquello que tenga que ver con él: almacenamiento de combustible, línea de escape… Ahora viene la parte más complicada: el montaje del motor eléctrico y todos los sistemas y elementos necesarios para que el coche funcione correctamente. Todo ello teniendo en cuenta las pruebas y modificaciones que se deben hacer para que el resto de mecanismos funcionen a la perfección.
Como hemos visto, el retrofit promueve la economía circular y contribuye a disminuir las emisiones de CO2, pero es necesaria una modificación de la legislación para que esta transformación no se encuentre tantas dificultades por el camino.